< Entran en funcionamiento cuatro nuevos ascensores en el Hospital Reina Sofía que incorporan la última tecnología

El Hospital Reina Sofía implanta por primera vez válvulas pulmonares a pacientes adultos sin emplear la cirugía

Las dos primeras intervenciones de este tipo que se han practicado a adultos en nuestro país se llevaron a cabo la semana pasada en el hospital cordobés. Los pacientes, que evolucionan satisfactoriamente, recibieron el alta 72 horas después

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El Hospital Universitario Reina Sofía ha logrado implantar con éxito las primeras válvulas pulmonares a pacientes adultos con insuficiencia cardiaca por vía percutánea, es decir, sin recurrir a la cirugía. Estas intervenciones, que son una experiencia pionera en nuestro país en personas adultas, sólo se habían llevado a cabo previamente en dos niños hace seis meses en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid.

Los dos pacientes cordobeses se habían sometido con anterioridad a una intervención quirúrgica en la que se les implantó un homoinjerto, es decir, una válvula pulmonar nueva para sustituir la suya propia que se había degenerado a causa del problema que padecen: estenosis, o estrechamiento, de la válvula pulmonar. La propia enfermedad provoca daños en el tejido valvular y hace preciso su sustitución cada vez que deja de desempeñar la función correctamente.

La técnica novedosa empleada en el Reina Sofía está indicada en personas ya operadas del tracto de salida del ventrículo derecho por una u otra razón. Estos tejidos se deterioran con el paso del tiempo siendo, hasta ahora, el recambio quirúrgico la única alternativa posible. Por ello, este procedimiento permite reducir el número de intervenciones con cirugía que van a necesitar los pacientes que padecen esta enfermedad cardiaca.

Evolución satisfactoria

Los pacientes que han recibido sus nuevas válvulas pulmonares en el Reina Sofía gracias a esta intervención pionera son dos adultos, de 23 y 46 años, de la provincia de Córdoba que evolucionan satisfactoriamente, recibieron el alta médica a las 72 horas y ha mejora de forma sustancial su calidad de vida.

Sin embargo, antes de la colocación de las nuevas válvulas los pacientes se encontraban sintomáticos y con limitación al esfuerzo y, tras la intervención, se han recuperado bastante y próximamente podrán incorporarse a su vida con normalidad.

Ambas sesiones se desarrollaron en la nueva sala de cateterismo del hospital cordobés bajo anestesia general y el tiempo empleado en la implantación de las válvulas, que se llevó a cabo el pasado 18 de septiembre, fue de unas dos horas, aproximadamente.

La implantación de este dispositivo se realiza por la vena femoral de la misma forma que otros cateterismos convencionales, sobre un conducto valvulado preparado anteriormente por los cardiólogos. El catéter contiene un dispositivo o ‘stent’ cubierto, en cuyo interior se encuentra la válvula que se va a implantar, que al ser expandido por un balón a nivel del estrechamiento queda incorporado al tracto de la salida del ventrículo derecho, preservando así su función. El novedoso implante es un xenoinjerto de la yugular, de origen bovino.

La nueva vía de acceso para la colocación de la válvula permite, entre otras ventajas, menor sufrimiento para el paciente, limitar los riesgos que conlleva la cirugía abierta de tórax, reducir el periodo de hospitalización de un mínimo de diez días a unas 72 horas y, por tanto, un mejor postoperatorio.

Formación

Dos cardiólogos del hospital Reina Sofía viajaron a principios del verano a Londres, al Great Ormond Street Hospital, para aprender el manejo de la técnica de manos del impulsor de la misma, el cardiólogo alemán afincado en Inglaterra Phillip Bonhoffer. Uno de los especialistas del equipo de este maestro, el doctor Sachin Khambadkone,  estuvo presente en la intervención que llevaron a cabo los cardiólogos del Hospital Reina Sofía la pasada semana.

Sólo 17 hospitales europeos, entre los que se incluye Reina Sofía, y 31 en todo el mundo están acreditados para formar parte del programa de implantación de válvula pulmonar a través de un ‘stent’. La experiencia, de unos 400 casos en todo el mundo, indica que con este procedimiento se preserva mejor la función del ventrículo derecho.

Esta nueva técnica ya forma parte de la cartera de servicios de Cardiología y se ha desarrollado en este hospital por su amplia experiencia y buenos resultados en el abordaje percutáneo de patologías cardiacas sin necesidad de recurrir a la cirugía. En este apartado destaca, por ejemplo, la resolución de comunicaciones interventriculares, una técnica que introdujeron en España los cardiólogos del Reina Sofía hace tres años con excelentes resultados. 

La válvula pulmonar, que se encuentra entre el ventrículo derecho del corazón y la arteria pulmonar, se ocupa de controlar el flujo de la sangre entre el corazón y los pulmones. En el caso concreto de estos pacientes, la enfermedad que padecen provoca que el flujo sanguíneo del ventrículo derecho se obstruya a nivel de su tracto de salida y además regrese continuamente al ventrículo por insuficiencia valvular.  

El corazón tiene cuatro válvulas (tricúspide, pulmonar, mitral y aórtica), que desempeñan un papel clave en este flujo unidireccional de sangre, al abrirse y cerrarse con cada latido. Los cambios de presión a cada lado de las válvulas les permiten abrirse como unas hojuelas (denominadas valvas) precisamente en el momento debido y luego cerrarlas firmemente para evitar el retroceso de la sangre.

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