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Comunicación - Noticias del Reina Sofía - La aplicación de toxina botulínica en el Reina Sofía para tratar la hiperhidrosis satisface al 90% de los pacientes

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< El jefe de servicio de Dermatología, José Carlos Moreno, indica que la aplicación de toxina botulínica es, en la actualidad, la terapia más eficiente, pues paraliza temporalmente esta sudoración patológica sin recurrir a la cirugía. En torno al 90 por cien
4 agosto 2006 18:14 Antiguedad: 18 yrs

La aplicación de toxina botulínica en el Reina Sofía para tratar la hiperhidrosis satisface al 90% de los pacientes

Este centro es uno de los primeros en aplicar una fórmula magistral de uso tópico que regula el exceso de sudoración facial consiguiendo excelentes resultados


El Hospital Universitario Reina Sofía aplica efectivos tratamientos para el abordaje de la hiperhidrosis que logran controlar este problema de exceso de sudoración en la mayoría de los pacientes. Las zonas concretas que se ven afectadas con mayor frecuencia son las palmas de las manos, las plantas de los pies y las axilas, aunque puede extenderse por toda la superficie corporal, siendo la facial la más difícil de tratar.

El jefe de servicio de Dermatología, José Carlos Moreno

El jefe de servicio de Dermatología, José Carlos Moreno, indica que la aplicación de toxina botulínica es, en la actualidad, la terapia más eficiente, pues paraliza temporalmente esta sudoración patológica sin recurrir a la cirugía. En torno al 90 por ciento de los pacientes tratados en el Reina Sofía con hiperhidrosis localizada en las axilas se muestra satisfecho con los resultados obtenidos y, en el caso de manos y pies los efectos satisfactorios llegan al 75 por ciento.

La toxina botulínica se aplica por medio de inyecciones locales y bajo anestesia troncular y/o sedación (en la hiperhidrosis palmar y plantar) y sin el empleo de anestesia (en axilas). Tras su administración, los síntomas remiten en una semana, se alcanza la respuesta desea a partir de los quince días y ésta se mantiene de seis a ocho meses, por lo que es preciso volver a inyectarla (generalmente se hace dos veces al año, una en invierno y otra antes del verano).

En el último año y medio, los dermatólogos del complejo sanitario han atendido a casi un centenar de personas con hiperhidrosis, patología cada vez más conocida que generalmente carece de trascendencia médica pero puede acarrear importantes consecuencias sociales por los inconvenientes derivados de la sudoración excesiva. 

Sudoración facial
El Reina Sofía es uno de los primeros hospitales del país en aplicar una nueva preparación de uso tópico elaborada por el servicio de Farmacia del hospital para los casos de hiperhidrosis facial con muy buenos resultados (una fórmula magistral hecha a partir del principio activo de glicopirrolato).  

Por otra parte, el doctor Moreno indica que antes de decidirse por la aplicación de toxina botulínica, los pacientes con hiperhidrosis en manos y axilas suelen probar con otras técnicas como la aplicación tópica de sustancias que actúan contra el sudor, generalmente compuesto por sales minerales, y si no remite se utiliza la iontoforesis”.

Esta última se aplica por medio de un dispositivo que bloquea la sudoración mediante iones que se generan a partir de una corriente eléctrica y se mueven a través del agua, resultando efectivo en el 60 por ciento de los casos. Para su aplicación, que puede realizar el paciente en su propio domicilio, son necesarias varias sesiones semanales prolongadas en el tiempo de forma intermitente para que surta efecto y, precisamente, “la necesidad de dedicarle tiempo hace que muchos enfermos terminen por rechazar su uso”, explica el doctor Moreno.

Sin embargo, no siempre se pueden aplicar estos métodos, bien porque la sudoración afecte a la mayoría del organismo o por otras causas. En estos casos, se recurre a la cirugía que consiste en realizar una intervención torácica mínimamente invasiva que  permite eliminar el ganglio nervioso que provoca la secreción sudoral, impidiendo que se transmita la señal correspondiente para el aumento de la producción de sudor. En ocasiones, este tipo de cirugía puede conllevar hiperhidrosis compensatoria, es decir, se soluciona el problema de la sudoración en la zona afectada pero se intensifica en otra.

La hiperhidrosis afecta en torno al 2 por ciento de la población, por lo que la padecerían unos 800.000 españoles. El hiperhidrótico tiene una mala regulación de la temperatura corporal, su organismo detecta de forma errónea que la temperatura es más elevada de lo normal y activa el mecanismo de sudoración para enfriar el cuerpo.

El sudor se desencadena por aumento de la temperatura ambiental, ejercicio físico, situaciones de estrés y comidas ricas en especias y lo usual es que se presente durante el día y se reduzca en el transcurso de la noche. La piel de las zonas afectadas suele ser rosada o blanco azulada y en los casos más graves puede estar macerada, fisurada o descamativa.

 


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Fecha de creación de la página: 29-Jan-2007

Fecha de la última actualización: 02-Feb-2016

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