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La Unidad de Tratamiento del dolor crónico del Reina Sofía mejora la atención a los pacientes con controles telefónicos periódicos

Este seguimiento se basa en una asistencia personalizada por parte del personal de Enfermería que transmite seguridad al paciente y permite controlar más rápidamente el dolor de la mayoría de los enfermos atendidos

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La Unidad de Tratamiento del Dolor Crónico del Hospital Universitario Reina Sofía ha ampliado recientemente su cartera de servicios con la incorporación de nuevos protocolos de actuación basados en el seguimiento telefónico y continuado de los pacientes atendidos en dicha unidad con el fin de reducir al máximo y lo antes posible su dolor.

Esta consulta telefónica, atendida por personal de Enfermería bajo la coordinación médica de la unidad, se puso en marcha hace medio año y en sus primeros meses ya ha permitido disminuir el número de revisiones médicas sucesivas y el de llamadas telefónicas de los pacientes para consultar dudas y aumentar el confort de los enfermos que, en muchas ocasiones, no necesitan desplazarse desde sus localidades de origen.

Antes de prestar este nuevo servicio, la unidad ya contaba con una consulta médica telefónica para atender las dudas de los pacientes, una prestación que ahora se amplia con esta consulta telefónica de Enfermería que, siguiendo el protocolo médico, permite el control y seguimiento de los pacientes. 

Las enfermeras de la Unidad del Dolor Crónico son Carmen González-Ripoll y Rosa López y las auxiliares María Ángeles Aragonés y María Dolores Muñoz. El primer contacto de estas profesionales con el paciente tiene lugar en la propia consulta (una vez que el enfermo ha sido atendido por el especialista y se le ha prescrito el tratamiento), donde les explican el procedimiento a seguir para controlar el dolor, los efectos de la medicación y cómo han de valorar la intensidad del dolor en la escala de medición propuesta.

Tras este primer contacto, se inicia el nuevo protocolo de seguimiento telefónico que se basa en tres llamadas, una a los nueve días, otra a los dieciocho y la tercera al mes de iniciar el tratamiento. Si a la tercera llamada el paciente está estabilizado, las enfermeras les indicarán que pueden seguir con el tratamiento prescrito hasta nueva consulta médica y si no es así se continúa con el control telefónico.

Un estudio realizado por las enfermeras de esta unidad, una vez iniciado el seguimiento telefónico, concluye que el 75% de los enfermos tiene controlado su dolor antes del primer mes de medicación, menos de tres puntos según la escala EVA (medida validada universalmente para comprobar la intensidad del dolor según la apreciación del paciente que va de cero a diez puntos).

Por otra parte, este trabajo apunta que el 98% de los enfermos se mostró muy satisfecho con esta nueva prestación que permite seguir a los pacientes sin tener que desplazarse hasta el complejo sanitario y el 26% reconoció tener efectos secundarios a la medicación después de la segunda consulta telefónica, para  quienes se pautó tratamiento según el protocolo establecido.

El perfil de las personas atendidas en esta unidad es el de una paciente de 62 años de media, mujer en la mayoría de los casos, con patologías degenerativas como la artrosis, dolores neuropáticos (por neuralgia post-herpética y diabetes) y enfermedades oncológicas, principalmente.

Finalmente, la posibilidad de disponer de un teléfono en el que consultar cualquier duda ayuda a los pacientes y a sus familiares a la resolución de los interrogantes que puedan surgir, así como contribuye a reforzar su confianza y seguridad.

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