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El Hospital Reina Sofía impulsa medidas encaminadas a usar de forma segura los antibióticos

Con motivo del 'Día europeo para el uso prudente de los antibióticos', que se celebra hoy, se programan iniciativas que tratan de frenar la resistencia y los efectos adversos asociados a esta medicación

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Los profesionales del Hospital Universitario Reina Sofía participan hoy en las actividades que se desarrollan para celebrar el 'Día europeo para el uso prudente de los antibióticos', con las que se persigue concienciar de la importancia de usar de forma segura estos medicamentos y así minimizar su impacto en el desarrollo de microorganismos resistentes.

Imagen de archivo de pacientes atendidos en el hospital.

Esta iniciativa europea se coordina en España desde la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) y la Red Española de Investigación en Patología Infecciosa (REIPI) y entre las iniciativas que se impulsan figura la elaboración de una declaración conjunta destinada a ofrecer información precisa a todos los profesionales sanitarios y a las autoridades competentes para desarrollar programas eficientes en esta materia.

Entre las propuestas que pretenden propiciar un uso más racional de estos fármacos destacan la elaboración de guías de práctica clínica, la incorporación de métodos de diagnostico rápido en Atención Primaria, educar a la población en este uso seguro, limitar su consumo a la prescripción facultativa y desarrollar campañas entre los propios hospitales y centros de salud para que los sanitarios actualicen sus conocimientos.

La preocupación de los profesionales del Hospital Reina Sofía por esta cuestión ha propiciado el impulso de iniciativas encaminadas a hacer un uso seguro de los antibióticos, a lo que se une la preocupación y preparación científica de todos los profesionales del hospital en particular, y de los ciudadanos en general.

Desde la Comisión de Infecciones del centro se ha impulsado un protocolo de profilaxis antibiótica en pacientes intervenidos -que ayuda a no abusar de los antibióticos- y guías de tratamiento empírico. Los profesionales de los servicios de Enfermedades Infecciosas, Microbiología y Medicina Preventiva participan activamente en la consecución de estas mejoras.

La Unidad de Gestión Clínica de Enfermedades Infecciosas del complejo sanitario cordobés desarrolla, en colaboración con el Servicio de Microbiología, un programa de bacteriemia que permite optimizar el tratamiento antibiótico en pacientes que tienen infección en la sangre. Por su parte, los profesionales de este último servicio aplican técnicas de rápido diagnóstico que permiten a los clínicos conocer las resistencias bacterianas de forma precoz. Además, los programas que se llevan a cabo desde el Servicio de Medicina Preventiva ayudan a disminuir el número de infecciones, para que la necesidad de usar antibióticos sea cada vez menor.

Tipos de antimicrobianos

Los antibióticos, que son eficaces contra las bacterias, se incluyen en el grupo de fármacos antimicrobianos, en el que también figuran los antivíricos, los antifúngicos -para las infecciones por hongos- y los antiparasitarios. Los especialistas señalan que la posibilidad de disponer de múltiples antimicrobianos en las últimas décadas ha permitido tratar las enfermedades infecciosas con éxito, sin embargo, su uso creciente ha propiciado la resistencia a estos compuestos, por lo que se ha convertido en una importante amenaza para la salud pública.

Los especialistas insisten en la importancia de que todos los estamentos de la sociedad tomen conciencia de las consecuencias de un uso abusivo de estos medicamentos. En esta línea, apuntan que los ciudadanos han de saber que su empleo no está exento de efectos secundarios y, por ello, se debe evitar la automedicación, ya que su uso abusivo se paga con la resistencia.

Entre los motivos que justificarían la resistencia a esta medicación se encuentra su utilización masiva en el ámbito veterinario -que llega a los humanos a través de la cadena alimenticia-, la prolongación de los periodos tomando estos fármacos, la automedicación -desaconsejada en cualquier caso- y no completar los tratamientos.

Los antibióticos, junto con analgésicos y antiinflamatorios, son los fármacos que más consume la población sin la prescripción facultativa y esta automedicación puede ocasionar importantes problemas de salud como reacciones adversas, intoxicaciones o interacciones con otras medicinas y es responsable de un volumen significativo de ingresos hospitalarios.

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