< El Equipo de Gobierno del Hospital Universitario Reina Sofía presentó hoy a sus profesionales el plan de gestión medioambiental de este centro sanitario en un encuentro que tuvo lugar en el salón de actos del nuevo edificio de Consultas Externas.

Más de 50 pacientes con enfermedades en la piel se recuperan con un nuevo equipo adquirido por el Reina Sofía

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Más de 50 pacientes que padecen enfermedades que afectan a la piel mejoran sensiblemente de sus dolencias gracias aun nuevo equipo de fototerapia adquirido por el Hospital Universitario Reina Sofía que empezó a funcionar el pasado mayo con el que se tratan patologías como la psoriasis, dermatitis atópica, linfomas cutáneos o vitíligo.

El jefe de servicio de Dermatología, José Carlos Moreno Jiménez, explicó que el uso de esta máquina, que ha costado 12.000 euros, se completa con un tratamiento farmacológico y funciona mediante la aplicación de radiaciones ultravioletas en el cuerpo, pues se utiliza una radiación lumínica para el control y tratamiento de aquellas enfermedades que responde a radiaciones ultravioletas de la banda A y B.

El equipo, llamado PUVA (de la conjunción de opsoraleno –medicamento que reciben estos enfermos- y los rayos ultravioleta que se aplican) sólo está indicado cuando la enfermedad se ha extendido a más de la tercera parte de la superficie corporal y no se recomienda aplicar en niños menores de 12 años.

La psoriasis, enfermedad más frecuente que se trata con esta máquina, consiste en la alteración que se produce en la multiplicación celular de la piel, pues si normalmente estas células se renuevan cada cuatro o cinco semanas en las personas que padecen esta enfermedad la regeneración se produce cada seis o siete días.

El resultado de esta patología no contagiosa y que “coarta mucho al paciente” se traduce en una piel escamosa y con manchas rojas que se pueden extender por todo el cuerpo, aunque se concentran en aquellos lugares en los que la superficie cutánea está más en contacto con el hueso (codos, rodillas y cuero cabelludo).

El dermatólogo aseguró que la enfermedad no tiene consecuencias graves para la salud de estos pacientes que, sin embargo, sí sufren “muchos problemas de convivencia”, pues su aspecto provoca el rechazo de otras persona hasta el punto de que se han dado casos de expulsión del puesto de trabajo o muestras de repulsa manifiesta en lugares públicos.

Los traumatismos reiterados y los roces son algunas de las causas que pueden motivar la manifestación de esta enfermedad para la que no existe un tratamiento definitivo y que es bastante frecuente entre la población, ya que tiene una prevalencia de del 2,3 por ciento.

Habitualmente, el PUVA se suele tolerar bien y está contraindicado en aquellas enfermedades inducidas por radiaciones ultravioleta, entre las que se sitúa el lupus (provocada por la luz del Sol), o cuando se diagnostican tumores en fase previa.

Además, las dolencias más frecuentes que también se tratan con este equipo son la dermatitis atópica (que produce gran sensación de picor y para la que últimamente se han descubierto fármacos con escasos efectos secundarios), los linfomas cutáneos (tumores en las células linfáticas) y vitíligo (que produce la decoloración de la piel provocada por la aparición de manchas blancas generalmente simétricas bilaterales).

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