¿Cómo combatir los ácaros del polvo?

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En primer lugar hay que decir que no es bueno desacarizar radicalmente nuestro hábitat, porque los ácaros son una pieza positiva en el ecosistema humano. Sin embargo, conviene frenar su crecimiento excesivo en los domicilios de pacientes alérgicos. Podemos emplear un acaricida para pulverizar los dormitorios, siendo fundamental aspirar a continuación para retirar los ácaros muertos, que también producen alergia. Pueden ser útiles las fundas para colchones y almohadas. La ropa de cama debe ser muy fácilmente lavable. Como norma general habrá que evitar la acumulación de polvo limitando el número de alfombras, moquetas y tapicerías. Los muebles deben ser sencillos, sin adornos en los que se acumule el polvo y a ser posible de materiales lavables (formicas o similares) lo mismo que las tapicerías (skays o similares). Las paredes no deben tener telas ni papel y el suelo debe ser de un material liso y fácil de limpiar (linóleo, terrazo). El dormitorio de un alérgico a ácaros debe parecerse en lo posible a una habitación de hospital. La limpieza se hará mediante aspirador o bayeta húmeda. NO UTILIZAR ESCOBAS NI NADA QUE LEVANTE POLVO. Tratar de crear un hábitat adverso al crecimiento acarino, limitando la humedad (evitar humidificadores), el calor (evitar calefacciones intensas) y la oscuridad (mantener las habitaciones con el máximo de horas de iluminación solar).

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