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Dermatitis de contacto

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Las dermatitis de contacto se incluyen dentro del extenso capítulo de los 'eczemas' y se producen como consecuencia del contacto de distintas sustancias, muchas de ellas de uso frecuente, en nuestra piel o mucosas. Estas sustancias pueden producir la enfermedad por un doble mecanismo:

Alergia de contacto

El enfermo se hace alérgico a una sustancia determinada, suele ser un producto de uso frecuente y por lo general tarda tiempo en desarrollarse, incluso años, por lo que a veces el enfermo se extraña de no tolerar una sustancia que ha manejado durante 'toda la vida'. La reacción cutánea se inicia en el lugar de contacto pero acaba extendiéndose a zonas distantes. Su diagnóstico se realiza mediante las llamadas pruebas epicutáneas. Una vez establecida una alergia de contacto su único tratamiento es evitar el uso de la misma. En otro apartado usted puede encontrar los consejos a seguir en caso de presentar una alergia concreta.

Fenómeno irritativo

Las sustancias de uso frecuente, generalmente limpiadores o disolventes, acaban por producir un efecto cáustico sobre la piel, alterando su hidratación natural y produciendo sequedad, fisuración y grietas, generalmente de las manos.

Aparece habitualmente en amas de casa, de ahí el término de 'dermatitis del ama de casa', y por lo general después de haber tenido el primer hijo, lo que puede relacionarse con un factor hormonal o con el empleo de sustancias que antes no se usaban o se empleaban con menos frecuencia , algunas de aspecto 'inocente' como los jabones infantiles.

Su mejor tratamiento es la prevención, pero desgraciadamente no existe un estatuto laboral para esta profesión y el ama de casa no puede darse de baja. Inevitablemente la protección de las manos pasa por el uso de guantes de goma pero su empleo puede resultar contraproducente, por ello es preferible usarlos de polivinilo, pero son extremadamente frágiles, o con una capa de algodón en su interior, bien fabricándolos de forma artesanal o comprando los que ya existen en la farmacia. Las pacientes se quejan que al usarlos pierden sensibilidad y que con frecuencia rompen cristal y vajilla. El uso de guantes no debe limitarse a la limpieza si no que debe hacerse extensivo a los demás trabajos de la casa (lavado de ropa y de los bebés, cocinar, etc.).

En la dermatitis de las manos debe evitarse el uso excesivo del agua y detergentes, incluido los propios del aseo personal, siempre deben usarse 'jabones sin jabón' o jabones oleosos. El uso de productos para el cabello, incluidos champúes, puede resultar nocivo por lo que acudir a la peluquería no es un lujo para estas enfermas. Igualmente es fundamental la colaboración del marido u otros miembros de la casa en las labores de limpieza o aseo de niños pequeños.

Este tipo de 'eczema' plantea un amplio diagnóstico diferencial con otras enfermedades de la piel(dermatitis atópica, psoriasis, queratodermias, infecciones por hongos etc.) que solo el dermatólogo avezado esta en condiciones de establecer.

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