Revista interna cuatrimestral del Hospital Universitario Reina Sofía
Noviembre 2011
Actualidad
La amplia trayectoria en trasplante hepático pediátrico y el desarrollo de la nefrología infantil en el complejo sanitario han sido claves para poder realizar con éxito estas intervenciones. Un equipo multidisciplinar de profesionales ha trabajado en los últimos meses y se ha formado para hacer realidad este nuevo hito sanitario
Imagen de archivo de quirófano durante un trasplante hepático.
Dos pacientes infantiles se han beneficiado de sendos trasplantes combinados de hígado y riñón en el Hospital Universitario Reina Sofía. Los profesionales de este centro han desarrollado estas intervenciones pioneras en Andalucía, si bien a finales de la década de los 80 se llevaron a cabo trasplantes similares en pacientes pediátricos que dejaron de practicarse por su complejidad.
Un equipo multidisciplinar de profesionales integrado por cirujanos, hepatólogos pediátricos y de adultos, intensivistas pediátricos, nefrólogos pediátricos y de adultos y urólogos, entre otros, así como por personal de enfermería especializado, ha trabajado conjuntamente en los últimos meses y se ha formado para asumir este nuevo reto que se llevó a cabo a mediados del verano.
La amplia trayectoria en trasplante hepático pediátrico y el desarrollo de la nefrología infantil en el complejo sanitario han sido factores claves para poder efectuar estos trasplantes combinados de hígado y riñón, así como también el apoyo facilitado por los integrantes del programa de trasplante renal de adultos. Una vez más, al esfuerzo de estos profesionales se suma el trabajo de las coordinaciones de trasplante del hospital, autonómica y nacional y la generosidad de las donaciones anónimas.
Dificultades
Los especialistas señalan que, al tratarse de niños y además de trasplantes dobles, las operaciones entrañaban una gran dificultad técnica. Concretamente, en los pacientes infantiles existe mayor riesgo de complicaciones vasculares, lo que obliga a extremar con minuciosidad la técnica quirúrgica. En este sentido, uno de los pequeños precisó un retrasplante con un segundo injerto renal.
Además, ha sido preciso disponer de nuevo equipamiento recientemente adquirido por el Hospital Reina Sofía para desarrollar este tipo de procedimientos como, por ejemplo, instrumental para realizar técnicas de microcirugía vascular. El complejo sanitario cuenta con infraestructura necesaria para practicar intervenciones complejas de estas características, así como con el personal competente para coordinar el trabajo en varios quirófanos.
En cada caso, se practicó en primer lugar el trasplante hepático y posteriormente el renal, que se prolongaron alrededor de 20 horas - desde el inicio de las extracciones hasta que finalizó el último implante-.
Ambos menores, de 10 y 14 años, tenían la misma indicación para trasplante, una patología conocida como hiperoxaluria primaria, cuya incidencia está por debajo del 1% de la población general y consiste en la reducción excesiva de oxalato por el hígado de pacientes con anomalías genéticas de enzimas del metabolismo del glioxilato. El depósito progresivo de esta sustancia en el riñón es el causante de una insuficiencia renal crónica subsidiaria de hemodiálisis en sus fases más avanzadas.
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