Revista interna cuatrimestral del Hospital Universitario Reina Sofía
Agosto 2012

Número 25

Revista El Reina Sofía

Actualidad

Los pacientes pueden recibir tratamiento endovascular horas después de sufrir un ictus

Los neurorradiólogos son los especialistas que llevan a cabo este procedimiento tras confirmar mediante TAC que existe territorio cerebral potencialmente salvable en personas que acaban de tener un accidente cerebrovascular

Realización de un procedimiento de radiología intervencionista.

Realización de un procedimiento de radiología intervencionista.

Los neurorradiólogos del complejo sanitario ofrecen tratamiento endovascular a pacientes que acaban de sufrir un accidente cerebrovascular o ictus, con la finalidad de repermeabilizar las arterias mediante sustancias o dispositivos especiales a través de catéteres. Este procedimiento se emplea en casos que no sean efectivos o estén contraindicados tratamientos menos agresivos y siempre que las pruebas radiológicas muestren la existencia de partes de cerebro potencialmente salvables.

Esta técnica figura entre los últimos niveles de atención dentro del denominado 'código ictus', un protocolo de actuación urgente que permite identificar con rapidez los casos en los que se produce un ictus, y activar así con la suficiente celeridad las distintas fases y actuaciones que permiten prestar una atención eficaz, reduciendo las secuelas que se puedan producir.

Este protocolo, ya implantado en Córdoba, se define como un circuito de atención prioritaria que, si bien está coordinado por la Unidad de Gestión Clínica de Neurología del hospital, implica muy activamente a profesionales de Urgencias y Cuidados Intensivos, a los servicios de apoyo clínico del centro hospitalario como el área de Laboratorio o Radiodiagnóstico, así como al servicio de emergencias 061 con el fin de que el paciente reciba asistencia de manera inmediata para que se reduzcan las complicaciones asociadas.

Este sistema de priorización está indicado en los casos en que el accidente cerebrovascular acaba de producirse y el paciente se encuentra en el proceso denominado 'ventana terapéutica', es decir, durante las primeras horas en las que aún es posible recuperar las funciones de parte del área cerebral afectada evitando secuelas físicas y cognitivas.

Fibrinolisis

El tratamiento de inicio en los casos de ictus una vez diagnosticado clínicamente pasa por aplicar la fibrinolisis intravenosa, que consiste en administrar un potente fármaco con capacidad de lisar los coágulos por vía venosa (disuelve el trombo que obstruye las arterias mejorando de forma notable la circulación). Esta medida ha de aplicarse antes de las 4 horas y media desde que se producen los primeros síntomas. En estos casos la actuación del 061 y del personal de Urgencias resulta esencial.

Los candidatos a tratamientos endovasculares son aquellos pacientes para quienes este fármaco intravenoso no resulta efectivo. La mitad de los ictus tratados con medicación fibrinolítica también va a requerir este tipo de intervención, a la que deben someterse –según la localización del trombo- antes de las 6 a 8 horas desde que se presentan los primeros síntomas. No obstante, en algún caso muy seleccionado, este procedimiento puede ser aplicable dentro de las primeras 24 horas.

La TAC avanzada que emplean en el Hospital Reina Sofía permite conocer si, tras el infarto, existe tejido cerebral potencialmente recuperable (esto permite ampliar el periodo temporal de actuación y decidir la mejor opción terapéutica en cada momento).

Procedimiento endovascular

El tratamiento endovascular del accidente cerebrovascular persigue evitar la progresión del infarto y la mejoría clínica del paciente. Los resultados son muy rápidos, pues los afectados se recuperan horas o días después de la intervención. El procedimiento consiste en acceder hasta la arteria del cuello o cerebro donde se ha producido la oclusión mediante un microcatéter con la finalidad de seguir administrando fármacos para disolverlo o extraerlo usando diversos dispositivos.

Esta intervención se lleva a cabo en el Hospital Reina Sofía de manera protocolizada dentro del ‘código ictus’ desde hace un año, aproximadamente, con buenos resultados. Un centenar de pacientes ya se han beneficiado de esta técnica endovascular, que se lleva a cabo en la sala de neurorradiología vascular del centro.

La causa principal del infarto cerebral es la arteriosclerosis y los signos de alarma son parálisis facial, debilidad de miembros, trastornos de la sensibilidad, pérdida súbita de visión, alteración repentina del habla, dolor de cabeza de inicio súbito o sensación de vértigo intenso. La presencia de uno de ellos es suficiente motivo para acudir al hospital.

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