Revista interna cuatrimestral del Hospital Universitario Reina Sofía
Junio 2014
Reportaje
Los profesionales del Hospital Reina Sofía dijeron adiós a José Manuel Aranda y a Horacio Pijuán (que durante cerca de 8 años habían controlado los destinos del complejo sanitario desde la Dirección Gerencia y desde la Dirección Económica) a finales de enero. Ambos, convertidos ya en altos directivos del Servicio Andaluz de Salud, han regalado resultados excelentes en gestión hospitalaria
La llegada del año nuevo vino acompañada de una sorpresa mayúscula para todos, incluida para los propios protagonistas. Antes de agotarse enero, José Manuel Aranda y Horacio Pijuán se habían convertido, casi de la noche a la mañana, en gerente y director general de Gestión Económica y Servicios del Servicio Andaluz de Salud. Era el premio a años de sus vidas dedicados a la gestión sanitaria pública, a la resolución de problemas complejos y a lidiar con maestría una crisis de la que ningún sector se ha librado. En este contexto se produjo el cambio, dejando atrás un hospital con el que se habían implicado desde el principio, donde se habían preocupado por ofrecer la mejor atención posible a todos sus inquilinos, por el que habían luchado a golpe de ajuste presupuestarios y que siempre llevarán en su corazón.
Pasado los primeros días de asombro tras el anuncio, el hospital en su conjunto se unió para despedir a sus capitanes. Ahora tocaba recolectar el fruto. Y la cosecha se desbordó. Los profesionales se hicieron una piña para demostrar su agradecimiento. El lugar elegido fue el ilustre Salón Liceo del Círculo de la Amistad y, el día, el 7 de febrero. Aquella jornada ocurrió lo que suele suceder cuando muchas personas se reúnen para celebrar algo importante: la energía positiva tiñó de magia el ambiente.
Aquella tarde de febrero llovió admiración. No es habitual que un adiós logre reunir a profesionales del hospital de todas las categorías, antiguos gerentes del complejo hospitalario y responsables sanitarios de otros tiempos, actuales autoridades sanitarias y no sanitarias de la ciudad y de Andalucía, sindicatos y… hasta se dejó oír por allí un grupo musical de médicos y estrellas del flamenco. Todos fuimos donantes y receptores de cariño hacia dos personas admiradas.
El homenaje fue verdadero y en el aire se podía respirar autenticidad. Hubo tiempo para todo: palabras de agradecimiento de los homenajeados y de una representación de los presentes, regalos, fotos y vídeos que resumen un lustro y medio de trabajo para que Córdoba siguiera contando con uno de los mejores complejos hospitalarios del país y poder ofrecer a los ciudadanos una sanidad pública a la altura de los mejores centros nacionales. Cada instantánea invitaba a la reflexión: Se puede animar a la donación desde la Feria u organizando una gala presentada por Los Morancos, hay mucha vida en la Asociación de Mayores y todo manteniendo una actividad asistencial, docente e investigadora de calidad.
Los agradecimientos se sucedieron. En ellos se menciona su entrega –la mayoría de los días sin límite-, su constancia, su confianza en la posibilidad de mejorar y su ilusión a dosis elevadas en tiempos difíciles.
El Reina Sofía es símbolo vivo de la ciudad y ejemplo del buen hacer profesional. La historia la han ido escribiendo con su trabajo todos los profesionales que han pasado por él en sus casi cuatro décadas de vida. José Manuel Aranda y Horacio Pijuán son responsables de muchas de las páginas memorables de los últimos tiempos de este hospital y desde su nuevo sillón privilegiado no dudamos que van a seguir mimando al Hospital Reina Sofía como lo han venido haciendo.
Hospital Universitario Reina Sofía
| Avda. Menéndez Pidal s/n 14004 Córdoba | 957 010 001
Unidad de Comunicación
juc.hrs.sspa@juntadeandalucia.es
Política editorial