Cerca de 900 médicos y enfermeros que atienden a procesos oncológicos y pediátricos han acreditado sus competencias con la Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía
Profesionales de enfermería, pediatría y oncología colaboran en la atención al cáncer infantil
Un total de 854 profesionales de la sanidad pública andaluza que trabajan en procesos oncológicos y pediátricos cuentan con la certificación de sus competencias por la Agencia de Calidad Sanitaria (ACSA), reconocimiento que acredita la calidad de la atención que prestan a sus pacientes, entre ellos los niños y las familias que se enfrentan a distintos tipos de cáncer infantil.
Se trata de pediatras, oncólogos y enfermeros de cuidados infantiles, así como de médicos y enfermeros de recursos avanzados en cuidados paliativos, que participan a distintos niveles en la atención a niños con procesos oncológicos y que han apostado por la acreditación de sus competencias como herramienta de mejora en su desempaño profesional.
En concreto, cuentan con este reconocimiento 342 enfermeros de cuidados infantiles, 388 pediatras, 64 oncólogos, 32 médicos y 28 enfermeros de recursos avanzados en cuidados paliativos. A estos profesionales hay que sumar otros 891 que se encuentran actualmente en proceso de obtener la certificación de sus competencias.
En sus procesos de evaluación con la Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía estos profesionales han demostrado la realización de un serie de buenas prácticas que, más allá de permitir su acreditación, reflejan su buen hacer profesional y la calidad de la atención que dedican a los niños. Entre estas buenas prácticas, destacan algunas que son comunes a todos los colectivos que participan en este proceso.
Por ejemplo, estos profesionales ofrecen al niño con cáncer y a su familia una atención que integra sus deseos y necesidades (físicas, socio-familiares, psicoemocionales, espirituales), como parte de la valoración total de la unidad paciente-familia, promoviendo su adaptación al proceso de enfermedad. Asimismo, promueven la mejora de la calidad de vida del niño con enfermedad oncológica, mediante el control del dolor, el control de síntomas, la disminución de la ansiedad y el temor, o gestionando la pérdida de confort resultante de actitudes diagnósticas o terapéuticas.
Otras buenas prácticas a destacar en este ámbito de atención son establecer vínculos estables y continuados con el niño y su familia, de manera que se garantice la continuidad de la atención, y movilizar los recursos y apoyos necesarios para lograr la adaptación efectiva y positiva del niño y su familia a la adversidad.
Por otro lado, estos profesionales han demostrado a través de distintas pruebas y evidencias que apoyan a las familias para que sean capaces de atender a los niños que requieren cuidados especiales. Además, realizan intervenciones que facilitan la resolución de una situación de claudicación familiar o de sobrecarga y, finalmente, facilitan la resolución del proceso de duelo y previenen el duelo disfuncional.
Programa de certificación de competencias profesionales
El programa de certificación de competencias profesionales pretende observar y reconocer en qué forma la atención sanitaria que prestan los profesionales responde al modelo de calidad del Sistema Sanitario Público de Andalucía en relación a diez criterios. Estos criterios se refieren a la orientación al ciudadano, la promoción de la salud, la atención al individuo y la familia, la gestión por procesos, el trabajo en equipo o la actitud de progreso y mejora continua. Asimismo, recogen también el compromiso con la docencia y con la investigación, el uso eficiente de los recursos y la orientación a resultados.
La Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía cuenta con 85 manuales según las distintas especialidades en los que se plantean los criterios de evaluación que deben cumplirse para lograr la certificación. En la actualidad, son casi 7 mil los profesionales sanitarios andaluces que han completado su certificación desde el inicio del programa de acreditación de competencias, en 2006.