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Comunicación - Noticias del Reina Sofía - Un centenar de especialistas asiste en el Hospital Reina Sofía a un curso sobre tratamiento de reflujo vésicoureteral

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< El hospital Reina Sofía implanta 31 válvulas aórticas y 8 pulmonares sin necesidad de recurrir a la cirugía
11 abril 2009 08:35 Antiguedad: 15 yrs

Un centenar de especialistas asiste en el Hospital Reina Sofía a un curso sobre tratamiento de reflujo vésicoureteral

El servicio de Cirugía Pediátrica del complejo hospitalario cordobés amplía el uso de la técnica endoscópica para corregir las afecciones graves de esta enfermedad


El Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba ha reunido a más de un centenar de expertos en un curso sobre las ventajas de aplicar la técnica endoscópica en pacientes pediátricos para corregir el reflujo vésicoureteral. Esta intervención, que se lleva a cabo de forma ambulatoria, evita la cirugía abierta y también la toma de antibióticos durante años por parte del niño.

Curso sobre tratamiento de reflujo vésicoureteral

El encuentro, celebrado recientemente, ha sido organizado por la jefa de  servicio de Cirugía Pediátrica del complejo sanitario, Rosa María Paredes Esteban, y ha logrado congregar a pediatras, cirujanos infantiles y médicos de Atención Primaria. Además, las nefrólogas infantiles del hospital Montserrat Antón Gamero y Elena García Martínez, así como los urólogos infantiles Ana García Ceballos y Álvaro Escassi Gil, han coordinado este seminario.

La técnica endoscópica, que permite la solución del problema en los primeros meses o años de vida, se usa desde hace años en el complejo sanitario cordobés para tratar las afecciones de carácter leve y su indicación se ha extendido recientemente al tratamiento de estadios más graves de la enfermedad. El procedimiento se lleva a cabo en menos de una hora, tras lo cual el  paciente vuelve a casa y puede realizar su actividad cotidiana con normalidad.

Este tipo de intervenciones se realiza con un endoscopio, instrumental guiado por un tubo flexible que incorpora una pequeña cámara, que permite llegar hasta la vejiga a través de la uretra e inyectar una sustancia que evita que refluya la orina y se cree una especie de esfínter artificial.

La doctora Paredes indica que los asistentes al curso han conocido las ventajas de las técnicas actuales empleadas en esta patología, que resultan más eficaces y menos agresivas para el paciente pediátrico. Así, el tratamiento, que puede ser conservador o quirúrgico, está en función del grado de afectación de la enfermedad. El número de pacientes que requiere cirugía abierta es escaso, puesto que incluso en los reflujos de alto grado puede emplear la técnica endoscópica.

Evita nefropatías

La cirujana pediátrica resalta 'la importancia y la responsabilidad que los especialistas tenemos a la hora detectar precozmente esta alteración y tratarla de la forma adecuada, ya que si se aborda correctamente en la edad pediátrica se evitarán importantes nefropatías en la edad adulta'.

Aunque en la mayoría de las ocasiones se trata de una patología benigna, con relativa frecuencia puede dar lugar a una lesión renal irreversible conocida como pielonefritis crónica o nefropatía por reflujo, que indica la presencia de lesiones atróficas residuales o cicatrices renales.

Este trastorno es una de las causas más frecuente de infección en la edad pediátrica y se suele detectar durante la lactancia. Se calcula que puede afectar a entre un 0,5% y un 2% de la población infantil y es más frecuente en niñas.

En condiciones normales, la orina se forma en el riñón, pasa a los uréteres y luego a la vejiga. En las personas que sufren esta enfermedad, la unión vésicoureteral falla y provoca que la orina retorne a los uréteres e incluso al riñón desde la vejiga.

Cinco grados

La intensidad del reflujo se mide en cinco grados que van desde los más leves, que se tratan con medicación -principalmente antibióticos- o cirugía endoscópica,  hasta los más graves que precisan en ocasiones de intervenciones quirúrgicas (reimplante ureteral) que consigue corregir la malformación.

En ocasiones, se puede aplicar el tratamiento endoscópico para reducir el grado de intensidad del reflujo y continuar posteriormente con antibioterapia, mientras que la cirugía tradicional, es decir, el reimplante, se deja para casos de excepcional complejidad.

La prueba que permite detectar el reflujo vésicoureteral se denomina  cistouretrografía miccional seriada (CUMS)  y consiste en administrar un contraste radiológico en la vejiga del niño a través de la uretra para comprobar si se produce una subida de la orina hacia el riñón. El reflujo puede ser unilateral o bilateral según se afecten  uno o a ambos uréteres.


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Fecha de creación de la página: 29-Jan-2007

Fecha de la última actualización: 02-Feb-2016

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