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Neurocirujanos andaluces revisan en Córdoba las novedades en los implantes que se usan para tratar la hidrocefalia

El encuentro, que por cuarta vez se celebra en esta ciudad, contará con la presencia de ingenieros europeos y americanos que explicarán a los especialistas el manejo y funcionamiento de los sistemas de derivación internos que se usan para tratar esta patología

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La vigésimo novena edición del congreso que anualmente organiza la Sociedad Andaluza de Neurocirugía, que concluye hoy en Córdoba, ha permitido reunir a alrededor de 60 especialistas para realizar una puesta al día de los últimos avances que se han incorporado en los dispositivos implantables que se usan para tratar la hidrocefalia. El encuentro se ha desarrollado del 11 al 13 de abril.

 
La delegada territorial de Salud y Bienestar Social en el congreso junto al gerente del Hospital Reina Sofía y neurocirujanos

Esta patología consiste en la acumulación anormal del líquido cefalorraquídeo en el interior del cráneo, una sustancia que se encuentra en las cavidades del cerebro y habitualmente circula libremente bañando y protegiendo el propio cerebro y la médula espinal. La función de este líquido es evitar daños en caso de desplazamientos bruscos y traumatismos, así como aporta a estas estructuras tan sensibles nutrientes necesarios y ayuda a eliminar residuos metabólicos. 

En los pacientes con hidrocefalia el líquido cefalorraquídeo no circula libremente y se estanca haciendo que aumente la presión de los ventrículos y del interior del cráneo. Además de ser una patología en sí misma, se trata de una complicación que se presenta en muchas de las enfermedades del sistema nervioso central, como es el caso de tumores, hemorragias, infecciones y traumatismos, entre otras. La intervención quirúrgica, que llegan a cabo los neurocirujanos, es el único tratamiento para esta patología y trata de evitar severos trastornos que pueden ocasionar esta enfermedad tanto a nivel físico como mental. 

En este sentido, esta nueva edición de la reunión andaluza se ha centrado en analizar en profundidad los dispositivos que se implantan en los pacientes con la finalidad de corregir este problema. Para ello, 4 ingenieros procedentes de Europa y Norteamérica han explicado a los especialistas que han asistido al congreso el manejo y funcionamiento de los nuevos sistemas que se emplean en la cirugía de la hidrocefalia. 

Descripción dispositivo

El director de la Unidad de Gestión Clínica de Neurocirugía y Neurofisiología del Hospital Reina Sofía, Jesús Adolfo Lozano, explica que, “aunque contamos con varios métodos para llevar a cabo este tipo de intervención, el más común es éste, la implantación de un sistema de derivación del líquidocefalorraquídeo desde el cerebro hasta el corazón o el abdomen, donde se reabsorve y se elimina con la orina”. 

El neurocirujano señala que se trata de una intervención que se realizan con frecuencia en los centros hospitalarios y se incluye en el grupo de las menos complejas que se practican dentro de la especialidad. Es preciso realizar incisiones mínimas en la cabeza y a la altura del corazón o abdomen y el paciente, si todo va bien, puede deambular al día siguiente y recibir el alta médica dos o tres días después de su paso por el quirófano. 

El doctor Lozano apunta que otro sistema que también se usa, aunque con menos frecuencia, permite llegar al cerebro a través de un endoscopio, que logra realizar una apertura por la que se expulsa el líquido y se recupera la circulación con normalidad. Esta técnica se conoce como neuroendoscopia. 

Los profesionales de la Unidad de Gestión Clínica de Neurocirugía y Neurofisiología del Hospital Reina Sofía intervienen cada año a alrededor de un centenar de pacientes (niños y adultos). El neurocirujano del complejo sanitario cordobés concreta que cuando se presenta como una enfermedad congénita se programa la intervención nada más nacer el bebé. Además, se puede presentar de forma aguda –y en estos casos hay que intervenir de urgencia- y crónica –que es la más habitual y es en estas situaciones cuando se emplean las técnicas descritas-. 

Además, en el congreso se han presentado más de una veintena de comunicaciones orales por parte de los asistentes en las que se han abordado los distintos tipos de hidrocefalia y los nuevos dispositivos para tratarlas, entre los que destacan especialmente las válvulas programables –que se acomodan a la presión craneal que precisa el paciente-. 

Entre los síntomas más frecuentes que se asocian a la hidrocefalia figuran dolor de cabeza, vómitos, alteraciones de la visión y somnolencia progresiva. El diagnóstico se realiza en base a estos síntomas y a pruebas de imagen radiológica como el TAC craneal o la resonancia cerebral y, además, se puede afinar más con otras técnicas complementarias. 

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