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El Reina Sofía ha aplicado un tratamiento puntero a más de 200 alérgicos a himenópteros

Con la inmunoterapia Cluster se han obtenido los resultados esperados en el cien por cien de los casos y es más efectiva y rápida que los tratamientos convencionales

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La Unidad de Himenópteros del servicio de Alergología del Hospital Universitario Reina Sofía aplica una terapia puntera en el tratamiento de alergia a estos insectos (avispas y abejas) denominada inmunoterapia Cluster y de la que se ha beneficiado un total de 216 pacientes durante los últimos 6 años.

El tratamiento, desarrollado por alergólogos del Reina Sofía, se aplica en dosis continuadas durante un lustro y se han obtenido resultados satisfactorios en el cien por cien de los casos. En la actualidad, unas cuarenta personas han finalizado su adhesión al tratamiento, cada año acude a la consulta de Alergología una medida de doscientos nuevos pacientes alérgicos al veneno de himenópteros y de éstos últimos a entre treinta y cuarenta se les aplica la inmunoterapia Cluster.

Además, este tratamiento supera en rapidez y efectividad al convencional, pues se pueden constatar los resultados a partir del décimo día de su instauración, mientras que con otras terapias los beneficios se evidencian a partir de la undécima semana. También se reduce el número de veces que los enfermos acuden a la consulta.
Exportación de la técnica

La doctora Carmen Moreno, alergóloga del Reina Sofía, destacó que esta compleja técnica, que en este hospital se lleva a cabo gracias a una estrecha colaboración con el Centro Andaluz de Apicultura Ecológica, requiere de la especialización en su manejo por parte de los alergólogos. Carmen Moreno añadió que la esperanza futura para estos pacientes pasa por las vacunas recombinantes, que actualmente se encuentran en fase de estudio y que van a posibilitar un tratamiento más selectivo e individualizado.

El procedimiento Cluster y las atenciones que requieren los pacientes alérgicos que han sufrido la picadura de himenóptero son algunos de los aspectos abordados en el curso práctico de Manejo de Insectos Himenópteros en Alergia que, por quinto año consecutivo, ha organizado el Reina Sofía. En el seminario, que concluyó ayer y se ha desarrollado en cuatro sesiones de mayo a junio, han participado cuarenta alergólogos y residentes de Alergología de diferentes hospitales españoles entre los que se incluyen La Paz, Ramón y Cajal y La Fe.

Estos facultativos han aprendido a realizar el test de repicadura (una herramienta insustituible para monitorizar la tolerancia desde el punto de vista clínico), a manipular los insectos himenópteros dentro del hospital (pues requieren de unas condiciones muy precisas), y han conocido los procedimientos para obtener vacunas con veneno natural de abeja, entre otras técnicas que intentarán exportar a sus respectivos centros hospitalarios. Las vacunas de veneno puro de himenópteros ofrecen la posibilidad de llevar a cabo un tratamiento específico con un efecto protector bien conocido que permite evitar estas muertes y ofrecer una mejor calidad de vida a los alérgicos.

Entre 15 y 20 muertes anuales

La hipersensibilidad al veneno de himenópteros es un problema clínico relevante, no tanto por la frecuencia de presentación como por la potencial gravedad de las reacciones que puede producir, que van desde urticarias, vómitos, diarrea, crisis de asma, bajadas de tensión e incluso la muerte. Además, las zonas de picadura de más peligro son el interior de la boca y el cuello, pues podría provocar la muerte por insuficiencia respiratoria.

En España, según datos de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) alrededor de 800.000 personas son alérgicas al veneno de estos insectos y la tasa de mortalidad se estima entre un 0,4 por millón de habitantes, lo que significa que entre 15 y 20 personas podrían morir cada año por esta causa.

En caso de picadura en alérgicos, los principales consejos son conservar la calma, si el insecto ha dejado el aguijón no hay que presionar el saco sino despegarlo (con una uña, por ejemplo) desde dentro hacia fuera, inyectarse adrenalina si es posible, hacer un torniquete por encima de la picadura cuando ésta se localiza en brazos o piernas y acudir rápidamente a un centro médico.

La mayoría de las picaduras se produce entre los meses de mayo a septiembre, siendo julio y agosto los de más incidencia debido a las altas temperaturas que ponen en gran actividad a los himenópteros y, en este periodo, la doctora Moreno aconsejó, para evitar las picaduras, no molestar a estos insectos que sólo atacan en defensa propia, no llevar ropa de colores brillantes, perfumes o cosméticos que atraen su atención, especialmente en espacios al aire libre.

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