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Investigadores del Hospital San Cecilio desarrollan un protocolo para la detección eficaz de la hipofosfatasia, una enfermedad ósea rara

12 Septiembre 2019

Cerca de 15.000 españoles podrían padecer esta enfermedad genética que provoca dolor crónico y fracturas recurrentes en adultos y no tener conocimiento de ello

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Investigadores del Hospital Universitario San Cecilio (Endocrinologia y Nutrición, Analisis Clínicos y Pediatria), el Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada, la Universidad de Granada y GENYO han desarrollado un protocolo para detectar la hipofosfatasia. A través del estudio, realizado dentro del Centro de Investigación Biomédica en Red de Fragilidad y Envejecimiento Saludable (CIBERFES), se puede evaluar la proporción de personas afectadas con esta enfermedad y se han identificado dos nuevas mutaciones genéticas asociadas a ella, que han sido validadas mediante estudios bioinformáticos y ensayos in vitro a nivel celular.

La hipofosfatasia (HPP) es una enfermedad ósea considerada rara causada por una o varias mutaciones en el gen codificante para la fosfatasa alcalina (ALPL). Su diagnóstico se confunde habitualmente con otras dolencias y, según concluye la investigación, casi la mitad de los pacientes no están correctamente diagnosticados. De hecho, extrapolando los datos a población española, podrían existir hasta 15.000 casos potenciales actualmente no detectados.

Las investigadoras granadinas Cristina y Beatriz García Fontana afirman que este estudio, publicado en Scientific Reports, “evidencia que es fundamental establecer una evaluación clínica correcta para realizar un diagnóstico adecuado de este trastorno y proporcionar un tratamiento correcto a los pacientes afectados”. Debido a su baja prevalencia, este trastorno metabólico suele estar infradiagnosticado y se suele confundir con alteraciones óseas más frecuentes como la osteoporosis, dando lugar a tratamientos erróneos que podrían empeorar el pronóstico.

Los investigadores del grupo dirigido por el doctor Manuel Muñoz Torres, especialista en Endocrinologia del Hospital San Cecilio, responsable de área de Medicina de Precisión del ibs.GRANADA y profesor del Departamento de Medicina de la Universidad de Granada, estiman que la prevalencia en España podría ser el doble que la descrita en estudios previos. En el estudio realizado se evaluaron los niveles séricos de la fosfatasa alcalina en 78.590 pacientes (76.083 adultos y 2.507 niños).

Entre la población adulta se identificaron 1.907 personas con niveles de fosfatasa alcalina (ALPL) por debajo del rango de referencia y tras el estudio de las historias clínicas de cada paciente, se descartaron aquellos sujetos que no cumplían con los criterios establecidos en el protocolo propuesto en este estudio. Finalmente, de 56 personas seleccionadas accedieron a participar en el estudio un total de 16, el 81% mujeres, la mayoría asintomáticos o con síntomas leves pero nunca diagnosticados previamente con esta dolencia.

“Usando el protocolo descrito en nuestro trabajo, descubrimos que 7 de los 16 pacientes estaban afectados por hipofosfatasia, lo que indica que casi la mitad de la población estudiada no estaba correctamente diagnosticada en la práctica clínica habitual”, indica la doctora García Fontana. Extrapolando estos datos a la población actual de España, podrían existir 4.000 casos potenciales de hipofosfatasia actualmente no diagnosticados, aunque podrían ser muchos más.

“Teniendo en cuenta la proporción de posibles pacientes que no participaron en el estudio por diferentes causas (71%) y según nuestros resultados, la estimación actual de posibles casos de HPP no detectados en España podría alcanzar los 15.000”, explican los investigadores granadinos. Esto implica que la prevalencia estimada de hipofosfatasia leve en nuestro país sería el doble que la publicada anteriormente para Europa (1/3.100 frente a 1/6.370).

Antecedentes de fractura ósea y anomalías dentales

De los pacientes analizados en el Hospital Universitario San Cecilio, ninguno de ellos contaba con antecedentes familiares de hipofosfatasia o raquitismo en la infancia, pero ocho pacientes (siete de ellos mujeres) sufrían de fracturas prevalentes, seis de ellos padecían condrocalcinosis sintomática y cinco mostraban anomalías dentales.

Con respecto a las evidencias bioquímicas, diez adultos mostraron una disminución de la fosfatasa alcalina y un aumento de los niveles del sustrato PLP en comparación con los valores de referencia. De estos diez, siete presentaron mutaciones del gen ALPL, dos de ellas no descritas con anterioridad.

La hipofosfatasia en adultos conlleva una pérdida de mineralización que da lugar a fracturas recurrentes, fracturas femorales atípicas, antecedentes de raquitismo y dolor musculoesquelético, además de afecciones dentales. En edad pediátrica puede causar daños cerebrales, problemas respiratorios e incluso provocar la muerte a los pocos días de vida.