Responsive menu mobile icon

La Unidad de la Memoria del Hospital Regional hace seguimiento a más de 3.500 pacientes con deterioro cognitivo

21 Septiembre 2020

Hoy se celebra el Día Mundial del Alzheimer, una jornada para visibilizar esta enfermedad y favorecer el cuidado del paciente y el familiar

Miniatura

La Unidad de la Memoria del Hospital Regional Universitario de Málaga hace seguimiento del deterioro cognitivo a más de 3.500 pacientes cada año. Anualmente, los profesionales de este servicio diagnostican a medio millar de personas con enfermedad de Alzheimer, cuyo día mundial se conmemora hoy.

Esta unidad, integrada en el servicio de Neurología del centro sanitario, está formada por dos neurólogos y una neuropsicóloga clínica, que atienden de forma multidisciplinar, con ayuda de Trabajo Social, a estos pacientes. El grueso de los diagnósticos de esta consulta pertenecen a la enfermedad de Alzheimer en sus distintos estadios, que superan el 65%. El resto de las demencias pertenecen a otros grupos diagnósticos; aproximadamente un 10% son diagnosticados de demencia con cuerpos de Lewy, un 10% de demencia vascular y otro 10% demencia frontotemporal. Un 5% se relaciona con demencias sintomáticas de otro tipo de enfermedades incluidos traumatismos craneoencefálicos, enfermedades sistémicas o trastornos psiquiátricos, entre otros.

A pesar de que esta enfermedad va en aumento a consecuencia del envejecimiento de la población, la detección precoz cumple un papel fundamental para frenar el avance del deterioro cognitivo con el objetivo de su estabilización, si bien se trata de una enfermedad en la que la muerte de las células es inevitable.

El responsable de la consulta, el neurólogo Tomás Ojea, explica que, "a pesar de que haya muchos estudios alentadores, los nuevos tratamientos para la enfermedad de Alzheimer tardan en aparecer. Los tratamientos actuales mejoran temporalmente los síntomas de pérdida de memoria y problemas con el pensamiento y el razonamiento, aumentando el rendimiento de las sustancias químicas en el cerebro que transportan información de una célula cerebral a otra".

El perfil del paciente con Alzheimer es el de una persona anciana con diferentes patologías que presenta fallos de memoria de los episodios recientes de su vida. El factor de riesgo más importante para padecer Alzheimer es la edad, a partir de los 65 años aumenta el riesgo de padecerla hasta llegar al tercio en la población de mayores de 85.

"Aunque existen multitud de ensayos clínicos en referencia al estudio de esta enfermedad, la creciente evidencia sugiere que la salud del cerebro está estrechamente relacionada con la salud del corazón y de los vasos sanguíneos. El riesgo de desarrollar Alzheimer parece aumentar como resultado de muchas afecciones que dañan el corazón o las arterias. Estos incluyen presión arterial alta, enfermedad cardíaca, apoplejía, diabetes y colesterol alto", explica Ojea, que apunta a que los diferentes estudios de investigación tratan de comprobar si los fármacos como los medicamentos para la presión arterial que se emplean para tratar la enfermedad vascular también retrasan la enfermedad de Alzheimer.

"Los tratamientos futuros para la enfermedad de Alzheimer pueden incluir una combinación de medicamentos, similar a la forma en que los tratamientos para muchos tipos de cáncer o el VIH/sida incluyen más de un solo medicamento", concluye el neurólogo que recuerda la importancia del reconocimiento del paciente y su cuidador.

Sin embargo, Ojea traslada un mensaje de esperanza. “Han surgido marcadores biológicos que nos permiten diagnosticar la enfermedad de manera temprana e incluso antes de la aparición de los primeros síntomas. Los estudios con anticuerpos monoclonales para limpiar el amiloide cerebral ya sabemos que hay que aplicarlos muy precozmente”, asevera.