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Salud atiende a más de 800 víctimas de violencia de género en los equipos de atención a la mujer y a la familia

24 Noviembre 2020

Desde su puesta en marcha en mayo, el SAS garantiza la atención a las víctimas que acuden a los centros sanitarios, que han aumentado las denuncias en un 92,4%

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La Consejería de Salud y Familias, a través del Servicio Andaluz de Salud (SAS), ha atendido, desde su puesta en marcha en mayo, a 814 víctimas de violencia de género en sus equipos de atención a la mujer y a la familia, dando respuesta a las medidas del Pacto de Estado contra la Violencia de Género. Con este servicio especializado, Andalucía dedica un mayor número de recursos para el acompañamiento, información y asesoramiento en violencia de género en coordinación con el resto de las instituciones locales y regionales.

Los Equipos de Salud Provinciales de Atención a la Mujer y Familia del SAS están ubicados en cada una de las provincias andaluzas, integran tanto la asistencia primaria como hospitalaria, y en el entorno rural, donde el 1 de diciembre comienza la actividad asistencial tras un mes de formación de los profesionales. Su objetivo primordial es prestar una atención integral personalizada a mujeres víctimas de esta violencia y a las personas que dependen de ellas (niños, personas mayores…), a través de profesionales de referencia -enfermeras, psicólogos, trabajadores sociales y médicos de Primaria y urgencias- que se centran en la detección precoz, atención integral e intervención inmediata.

Con motivo de la celebración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, el 25 de noviembre, el SAS recuerda que este plan, que se gestó en enero con la formación de los profesionales, permite una valoración exhaustiva de las necesidades de estas mujeres y un acompañamiento continuado desde la detección hasta el comienzo de su nuevo proyecto de vida. La atención, que se puede llevar a cabo de forma telemática (a través de llamada telefónica o por una consulta escrita en el módulo de citación de Diraya) o presencial, ha favorecido un aumento de las denuncias en un 92,4% de los casos, la llegada en poco tiempo a la fase de mantenimiento y la reducción de la retirada de denuncias en 13% disminuyendo así el porcentaje de mujeres que sufren una recaída y vuelven a la relación. También es importante resaltar la atención ofrecida a hijos e hijas de víctimas y que se han beneficiado de los programas de atención psicológica proporcionados por los equipos.

La excelente coordinación de los profesionales sanitarios de atención primaria y atención especializada con los equipos está permitiendo que la mujer pueda acceder a los recursos sociales, psicológicos, sanitarios, económicos, jurídicos y de protección antes de transcurridas 24 horas tras la primera entrevista en los centros sanitarios, consiguiendo la adherencia al proceso en el 94,8% de los casos y sólo un 5,2% de las mujeres abandonan.

La tipología de violencia de género más frecuente atendida es la violencia psicológica (790 mujeres), violencia física (602 mujeres), económica (600) y violencia sexual (102 mujeres). En la mayoría de los casos, concurren varios tipos de violencia.

En cuanto a los rangos de edad, se han atendido 490 mujeres entre 15 y 35 años; 210 entre 36-55 años; 76 entre 56-75 años y 18 con edad superior a 75 años, además de 20 chicas menores de 15.

Es especialmente interesante el dato referente a la reducción en el número de patologías, asistencias a los servicios sanitarios y consumo de fármacos que se han producido como consecuencia de la atención de los equipos en coordinación con los profesionales sanitarios de referencia de los centros de atención primaria. En el 82% de las mujeres que han recibido el alta, se puede apreciar una mejora significativa en su salud y calidad de vida, por lo que evidencia que el trabajo de los equipos redunda en excelentes resultados en salud. Ya son 360 mujeres las que han recibido el alta y por lo tanto han conseguido iniciar un nuevo proyecto de vida alejadas de la violencia de género.

Es importante resaltar que en estos primeros seis meses de actividad asistencial se ha visto incrementada la derivación de mujeres con indicadores de sospecha de malos tratos en fases precontemplativa o contemplativa, sin que fuesen conscientes de que sus problemas de salud estaban relacionados con la violencia de género. El 92% de estas mujeres han conseguido conocer su situación e iniciar un proceso de ayuda multidisciplinar para abandonar la relación de malos tratos. El 100% continúa en el proceso.

Las estadísticas indican que en el 36% de los casos, la duración de la relación de malos tratos superaba los 10 años de tiempo, en el 41% de 6 a 10 años y en el 29% menos de 5 años. Los últimos estudios demostraron que la mayoría de las mujeres tardaban más de 10 años en pedir ayuda por diferentes factores (miedo, vergüenza, aislamiento…) por lo que es un dato importante a tener en cuenta el que un 67,5% de las mujeres atendidas por los equipos, llevan en la relación menos de 10 años.

Es de especial interés el papel de estos equipos sanitarios en materia de valoración del riesgo de las víctimas, ya que las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado realizan una coordinación muy estrecha para poder recabar datos de las mujeres atendidas, que utilizarán en la asignación del riesgo y las medidas de protección. Esto supone un avance de vital importancia para la seguridad de las mujeres.

Equipos multidisciplinares y diferenciados

El SAS anunció en enero la creación de equipos multidisciplinares especializados en la atención frente a la violencia de género en un esfuerzo por establecer estrategias para dar respuestas a las Medidas del Pacto de Estado emitidas en el mes de diciembre de 2017 por el Gobierno central y a lo recogido en la II Estrategia nacional para la erradicación de la violencia sobre la mujer 2018-2022, donde se recoge la necesidad “fomentar la creación de unidades o equipos clínicos interdisciplinares y diferenciados en los centros sanitarios”.

Así, en Andalucía se ha realizado un análisis de situación de los protocolos, circuitos y recursos locales existentes en el ámbito sanitario para garantizar una correcta integración de los equipos en la comunidad. Del resultado del análisis, se deduce la necesidad de modificar el protocolo andaluz para la actuación sanitaria ante la violencia de género, así como sus algoritmos de actuación y circuitos de coordinación.

Además de una unidad en cada capital de provincia, que coordina la atención de los centros de salud del municipio, se han creado unidades en entornos rurales. Tras la recopilación de información extraída del análisis de situación basada en estos criterios, las zonas por la que se va a comenzar la implantación de un segundo equipo de salud de atención a la mujer y familia en las provincias son, en Almería, el Distrito de Atención Primaria Poniente; en Cádiz, el distrito de Atención Primaria Campo de Gibraltar; en Córdoba, el Área de Atención Sanitaria Sur de Córdoba; en Granada, en el Área de Atención Sanitaria Granada Sur; en Huelva en el distrito de Atención Primaria Condado-Campiña; en Jaén en el distrito de Atención Primar Jaén Nordeste; en Málaga en el distrito de Atención Primaria Costa del Sol, y en Sevilla en el distrito de Atención Primaria Sevilla Norte.

“Impacto en salud y atención hacia la violencia de género”

Por otro lado, desde la dirección general de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica se ha organizado una jornada online dirigida a profesionales y directivos en la que se han expuesto las nuevas actuaciones en esta materia por parte del sistema sanitario y debatido sobre líneas de avance.

El director general de Salud Pública, José María de Torres, ha señalado que “el objetivo de estas actuaciones es que la puerta de entrada al sistema sea también la puerta de salida a ese maltrato para las mujeres en Andalucía” incidiendo en que “resulta clave en este escenario visibilizar a los centros sanitarios como entornos seguros y especializados para el abordaje de la violencia de género”.

Además, ha recordado que este año se está formando al personal directivo de los centros sanitarios para que lideren las actuaciones contra la violencia de género en sus centros y asuman la violencia de género como un problema de salud que hay que abordar. Su visión, análisis y colaboración es indispensable para el adecuado desarrollo de las medidas puestas en marcha con el fin de integrar todos los factores organizativos y que así los centros y sus profesionales den una respuesta homogénea y eficaz a las mujeres y fomenten en sus centros el desarrollo de las medidas necesarias para combatir este problema y así mejorar el estado de salud de la población andaluza.

Igualmente, ha señalado que “está en proceso de elaboración un distintivo de los centros sanitarios como Centros Comprometidos contra la Violencia de Género, a cargo de la Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía (ACSA), para reconocer aquellas actuaciones emprendidas para atajar la violencia de género”.

En el encuentro se ha debatido también sobre el impacto de la violencia de género en la salud infantil, en la salud cardiovascular de las mujeres y cómo ha influido la pandemia por COVID-19 en la detección y prevención de la violencia de género.

Finalmente, José María de Torres ha recordado que las actuaciones desarrolladas en Andalucía se enmarcan en el Pacto de Estado contra la Violencia de Género y que, a partir de la firma del Pacto de Estado, se ha constituido desde la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica, la Comisión Interinstitucional contra la Violencia de Género de la Consejería de Salud y Familias, con el fin de trabajar de manera coordinada en las medidas que integran dicho Pacto. Participan, además de varios servicios de la Consejería de Salud y Familias, el Servicio Andaluz de Salud y otras entidades como EPES, IAVANTE, EASP y ACSA.