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Nuestras ReferenTICs: Ana María Cruz

“A una niña con inquietudes científicas o tecnológicas le diría lo mismo que a un niño, que nunca las pierda, ni tampoco el asombro ante todo lo que le rodea: es la base de la dedicación a la ciencia y a la tecnología”

¡Os presentamos a nuestra ReferenTIC de noviembre! 

Ana María Cruz trabaja en el Hospital Universitario Torrecárdenas como Técnico de Función Administrativa en el equipo provincial TIC de Almería, y lleva más de 30 años en el SAS.

Toda una vida profesional en la que, en poco tiempo, dice, está viendo cambios tecnológicos importantes que permiten que la gestión hospitalaria dé pasos de gigante. Destaca que lo mejor son los compañeros, y un trabajo que le obliga a estar siempre al día.

¿Cómo se despertó en ti el interés por la tecnología? 

Estudié Matemáticas en la Universidad de Granada, la especialidad, Investigación Operativa. Se aunaba el maravilloso juego de la matemática fundamental con programación, estadística y varias asignaturas de programación lineal, teoría de juegos y teoría de colas. A finales de los ´80 se produjo una auténtica revolución de la informática y de las telecomunicaciones, y nos llovían las ofertas de trabajo.

Comencé trabajando en Madrid con una beca de la Fundación de Empresa Pública, en una Red Eléctrica de España creada hacía poco para gestionar toda la Red de Alta Tensión Eléctrica de España. Pero a los seis meses me llamaron de Fujitsu, para formar parte, como técnico de diseño software, en el laboratorio de I+D de la fábrica de Málaga, fundado por Felipe Romera, actual director del Parque Tecnológico de Andalucía en Málaga. Participé en un proyecto puntero, de diseño del Tesys-B, un equipo de conmutación de paquetes desarrollado por Telefónica en colaboración con Fujitsu. Este proyecto fue una parte importante de la evolución de las redes de datos en España. Además, yo era administradora de un MicroVAX donde se creaba y gestionaba toda la documentación de los proyectos a enviar a Telefónica. Fueron cinco años de un trabajo interesantísimo, en un departamento de gente muy joven, 120 profesionales con una edad media de 29 años, y además en Málaga.

Más adelante me presenté a dos oposiciones, a las del SAS y a las de los cuerpos TIC del estado. Y obtuve plaza en las dos. Y con estas últimas me dieron plaza en la Gerencia del Ministerio de Justicia de Sevilla para gestionar la informática de los juzgados de Sevilla, muy al límite de recursos entonces, algunos juzgados trabajando en papel y otros con pantallas conectadas a miniordenadores con Unix con discos al 99% de capacidad. Un trabajo, por tanto, muy complicado, pero del que guardo muy buenos recuerdos.

Y los últimos años, ya 30, en el SAS, en el Hospital Torrecárdenas de Almería. Al principio desarrollé mi trabajo en sistemas y después, y hasta ahora, en todo lo relacionado con cuadros de mandos, ETLs y explotación de datos en general. Toda una vida profesional, en la que en poco tiempo estoy viendo cambios tecnológicos importantes que han permitido que la gestión hospitalaria dé pasos de gigante. La informática y las telecomunicaciones son siempre un motor de cambio al que no siempre se le da la importancia que merece. Lo mejor, que tengo unos compañeros que, además, son amigos, y un trabajo que obliga a estar al día y que nunca falta.

¿Te imaginaste ya de niña, dedicándote a algún campo de la ciencia?

Me ha gustado siempre la ciencia, y además me atraían todas las materias. Fue difícil elegir carrera porque me gustaba la medicina, la física y las matemáticas. De hecho, hice la preinscripción en Medicina y, habiendo entrado, a última hora la cambié por la de Matemáticas. Quién me iba a decir, entonces, que terminaría de una forma u otra dedicándome al ámbito de la salud.

 

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Nos gustaría saber en qué crees que eres (o puedes ser) un referente para tus compañeros y qué le dirías a una niña con inquietudes científicas y tecnológicas

Yo pienso que puedo ser referente en todo lo relacionado con herramientas y entornos de acceso, y gestión de bases de datos, conocimiento de los procesos y sistemas de información asistenciales del Sistema Sanitario Público de Andalucía a nivel funcional y de datos: interrelación de todos ellos entre sí en el tiempo y conceptualmente. Y luego, por mi formación, siempre que se presenta una cuestión estadística o matemática, suele llegarme a mí.

Y lo que he aprendido -no sé si lo trasmito, habría que preguntar a los compañeros- es que a la hora de abordar cualquier proyecto, tema o herramienta nueva se intente ver siempre desde arriba, buscando la esencia y lo importante de las cosas. La solución óptima, para mí, es por supuesto la mejor y casi siempre la más sencilla. Sobre todo, no rendirse nunca, no hay problema que no tenga salida. La solución siempre existe, aunque no sea única.

A una niña con inquietudes científicas o tecnológicas le diría lo mismo que a un niño, que nunca pierda esa inquietud que le viene de fábrica, ni el asombro ante todo lo que le rodea y se le va presentando en el camino. Es la base de la dedicación a la ciencia y a la tecnología. Con esto nunca le faltará el ánimo y la capacidad de trabajo, siempre tan necesaria. Que cada uno lleva un ritmo y que no se compare con nadie, y que todos tienen el derecho y la capacidad para hacer lo que se propongan.

 

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