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Nuestras ReferenTICs: Ana I. Borrego

"En este hospital encontré algo mejor que un equipo, encontré a una familia que, desde todos los ámbitos, trabaja orientado a los pacientes, mejorando la calidad de los servicios a los ciudadanos"

Hoy conocemos a Ana Isabel Borrego, Jefa de Servicio TIC del Hospital Universitario Virgen de la Victoria de Málaga. Su trayectoria en el SAS es ya extensa: más de 33 años poniendo la tecnología al servicio de la salud.

¿Cómo se despertó en ti el interés por la tecnología?

Creo que el interés por la ciencia y la tecnología siempre estuvo activo en mi vida. Mi asignatura favorita eran las matemáticas, pero quizás fueron las películas de ciencias ficción que veía en el cine de verano de mi pueblo, las que dieron sentido a este interés. Fue fascinante y revelador ver "2001 Odisea del espacio"," Star Trek" o la saga de "Star Wars", de la cual sigo siendo fan.

También me encantaba jugar a los videojuegos de las máquinas recreativas que había en los bares del pueblo "Pac-man", "Invaders", "Out-Run", lo que me trajo algún problemilla porque eso de jugar a las maquinitas, no era de niñas.

¿Te imaginaste ya de niña, dedicándote a algún campo de la ciencia?

Hubo un punto de inflexión en mi vida cuando tan solo tenía 15 años y que marcó mi futuro: fue saber que quería dedicarme a la Informática. Ese año comenzaba el curso de FP de I grado de administrativo y una de las novedades en el instituto fue la asignatura de informática. El día que adquirí el libro de "Introducción al BASIC", propuesto por el profesor de la asignatura, me lo estudié de una sentada, y el primer día de clase, sin haber tocado un ordenador programé mi primer "hola, mundo" en los primeros minutos de clase ante el asombro de profesor y sus negativas a que me adelantase en el temario.

Todo ese año me dediqué a convencer a mi madre y familiares para estudiar algo que ellos no entendían y que implicaba abandonar mi pueblo y el calor familiar, además de sacar las mejores notas para que me concediesen beca que me ayudase en mi propósito. No me cansaré de agradecer a mi madre que creyese en mí y en mi determinación. Al año siguiente, con 16 años, me fui a Málaga a estudiar FP 2 de Informática en un instituto de la capital.

Cuéntanos más sobre tu trayectoria profesional, cuántos años llevas en la STIC, etc. ¿A qué te dedicas cada día?

En el sector llevo toda mi vida laboral, en el Servicio Andaluz de Salud, 33 años. El 18 de marzo de 1991 me llamaron de la bolsa del SAS de Administrativo y empecé a trabajar en el entonces D.S. Málaga Oeste, programando en Cobol una aplicación de suministros para el control de consumo y almacén de ese distrito. En aquel tiempo, solo los hospitales contaban con algún personal dedicado a la informática y en Atención Primaria muy pocos disponían de algún ordenador. Cuando empecé a trabajar, solo la administrativa que se dedicaba a elaborar las nóminas del personal, tenía ordenador, dedicado únicamente para ese fin.

Muchos años pasaron hasta que vi nacer la STIC. Antes vi nacer la aplicación TASS; en Atención Primaria, cablear los Centros de Salud y los Distritos y dotarlos de comunicaciones; formé parte del grupo funcional de MACO para Diraya y colaboraba cuando me lo requerían en el de BDU. Vi nacer CGES, y con algunos Implanté Diraya en la parte técnica en todos los centros de Salud de la capital de Málaga, ya bajo la fusión de los cuatro Distritos Sanitarios de la capital en el Distrito Málaga; y más tarde colaboré en la implantación de Admisión Única en el Hospital Virgen de la Victoria, al cual me incorporé tras aprobar las oposiciones de Técnico Medio en Función Administrativa en la opción de Informática.

En este hospital encontré algo mejor que un equipo: encontré a una familia que, desde todos los ámbitos, trabaja orientado a los pacientes, mejorando la calidad de los servicios a los ciudadanos. Cuando te sientes en tu casa, quieres que tu familia cumpla sus objetivos y tenga éxitos. A finales del 2022 fui nombrada Jefe de Servicio TIC y este puesto me ha dado la oportunidad de participar activamente, aportando para ello mi experiencia, mi conocimiento, intentando eliminar las barreras y enfrentándome a retos diarios, siendo un miembro de esta familia.

 

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¿En qué crees que eres (o puedes ser) un referente para tus compañeros? Y ¿qué le dirías a una niña con inquietudes científicas y tecnológicas?

A pesar de tener una trayectoria laboral larga e intensa, sigo cada día dando lo mejor de mí misma en cada cosa que hago, soy una luchadora nata e intento aprender de todo y de todos. El equipo STIC de Málaga es muy escaso, pero es un gran equipo, compuesto por excelentes profesionales y personas. Me siento tremendamente orgullosa de pertenecer a él. Siempre he creído que el brillo de todos los objetos de un espacio es más fuerte que el brillo de un solo elemento y por ello intento que cada miembro de mi equipo saque su brillo a diario.

Mis compañeros dicen que soy empática, y a veces con cierto aire satírico, yo me lo tomo como un cumplido porque me lo suelen decir con cariño, aunque supongo que es porque saben que soy exigente. Intento buscar lo mejor para el paciente, el Servicio, el Hospital, la STIC y sus miembros, y creedme que es muy complicado.

Hace un tiempo fui invitada a una mesa redonda en la UNED en la que se analizaba el descenso tan pronunciado de las niñas en estudios de Ingeniería. Y es que en España solo una de cada cuatro personas matriculadas en Ingeniería son mujeres, y este dato desciende hasta a un 13% si hablamos de la Ingeniería Informática, según la agencia EFE.  Estos datos me hicieron reflexionar mucho. En cualquier política transformadora, la perspectiva de género debe ser transversal y en ese sentido hay un problema evidente para las ingenieras, que es la falta de referentes femeninas. Es por ello que aplaudo la iniciativa ReferenTIC donde se muestra a las mujeres de los equipos de la STIC de Andalucía como profesionales referentes reales con el fin de que puedan servir de inspiración a otras.

A las niñas que tengan inquietudes científicas y/o tecnológicas les diría que no les den importancia a los estereotipos y prejuicios, que confíen en sus aptitudes, que no acepten un no por respuesta, que busquen las oportunidades y que el mundo de la ciencia y la tecnología progresará más y mejor con ellas.