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"En el mundo de las TIC, los dispositivos y aplicaciones son importantes, pero lo son más las relaciones humanas y el trabajo en equipo, que es lo que nos hace aprender de los demás"
¡Cerramos el 2024 con una de nuestras ReferenTICs!
Mª Aurora Romero Muñoz es Ingeniera Técnica en Informática de Sistemas. Su trayectoria en el SAS comenzó a finales de los años 90 y principios de los 2000 participando activamente en la informatización de los sistemas de información del Servicio Andaluz de Salud.
En 2004, el Área Sanitaria Norte de Córdoba se convierte en la zona piloto para implementar DIRAYA, la nueva Historia de Salud Digital de Andalucía, lo que marcaría un avance crucial para el futuro.
Con más de 27 años de experiencia profesional, asegura sentirse profundamente orgullosa de haber contribuido al desarrollo y modernización de un sistema tan determinante para la sanidad pública andaluza.
¿Te imaginaste ya de niña, dedicándote a algún campo de la ciencia?
Creo que no tuve una vocación clara y definida de niña. En el colegio me gustaban todas las materias en general, pero sí es cierto que, ya desde pequeña, tuve más facilidad para aprender razonando que memorizando. Era muy constante y disciplinada en los estudios. Me resultaba divertido realizar problemas aplicando fórmulas en las que partiendo de datos obteníamos resultados y, sobre todo, aplicar la teoría a problemas prácticos de la vida real. Me gustaba investigar cómo funcionaban y se configuraban los diferentes aparatos electrónicos e incluso, llegado el caso, intentaba repararlos yo misma.
Quizá, este cúmulo de aptitudes y preferencias fue lo que me llevó, poco a poco, aun sin imaginarlo claramente desde un principio, a inclinarme por el campo de las ciencias, tanto en mi etapa de educación secundaria como posteriormente en la universitaria.
¿Cómo se despertó en ti el interés por la tecnología?
Siempre tuve facilidad para el manejo de los diferentes aparatos electrónicos de los que disponíamos en mi niñez y adolescencia. Pero no fue hasta el año 1988 cuando tuve mi primer contacto con el mundo de la Informática al estrenar, junto a un reducido grupo de compañeros de curso (2º de B.U.P.), la primera aula de informática que se instaló en nuestro instituto.
Además, mi hermano mayor comenzó sus estudios de Licenciatura en Informática por aquellos años, por lo que pude disponer en casa de un PC, a través del cual comencé a familiarizarme con el uso de las nuevas tecnologías de aquella época.
De esta forma, cuando tuve que decidirme a qué estudios universitarios quería optar, me resultó fácil decantarme por la Ingeniería Técnica en Informática de Sistemas, pues no solo le tenía cierta familiaridad a la informática, sino que además me llamaba la atención por su aplicación práctica a la vida cotidiana, por la innovación y los avances tecnológicos que ya entonces nos atraían a los jóvenes estudiantes y, por supuesto, por la buena proyección profesional que se esperaba del mundo de las nuevas tecnologías.
Cuéntanos más sobre tu trayectoria profesional, cuántos años llevas en el sector, en el SAS, etc…
Después de terminar mis estudios universitarios, durante medio año aproximadamente, tuve algunos trabajos de corta duración como docente en una academia de informática y, posteriormente, programando diferentes aplicaciones informáticas. Pero se puede decir que mi trayectoria profesional comienza realmente hace 27 años, cuando, a través de la empresa proveedora Indra, comencé a trabajar para el Servicio Andaluz de Salud como Ingeniera Técnica en Informática.
En el año 1997 se inicia la implantación del llamado proyecto TASS en los diferentes centros sanitarios de Atención Primaria del SAS de toda Andalucía, comenzando por la provincia de Córdoba. Creo que dicho proyecto sentó las bases y abrió el camino a la que es la actual Historia de Salud Digital de Andalucía DIRAYA.
Éramos un grupo de técnicos muy jóvenes, en el que inicialmente solo estábamos tres mujeres, que fuimos implantando los centros de salud de atención primaria de Córdoba, que llevaban meses de pruebas y de trabajo previo por parte de un grupo de compañeros. Posteriormente, acometimos los centros del sur de la provincia, asumiendo yo concretamente la implantación de mi primer centro, que fue el de Montilla. Finalmente, me quedé como técnico referente del Área Sanitaria Norte de Córdoba (ASNC).
El objetivo, en mi caso, era llevar el proyecto a 40 centros de atención primaria repartidos entre la Comarca de Los Pedroches y la Comarca del Guadiato, divididas a su vez en 4 Zonas Básicas de Salud, que sumaban unos 80.000 habitantes, con una dispersión geográfica que llega a ser de aproximadamente 160 km entre centros de este a oeste y unos 60 km entre centros de norte a sur. La ventaja para mí era que conocía bien la zona, pues soy natural de Villanueva del Duque, uno de los 17 pueblos de Los Pedroches, que además era y es mi lugar de residencia.
En coordinación con la dirección del área, instalé, configuré y parametricé el equipamiento de clientes y servidores de todos los centros, para posteriormente formar a los profesionales e iniciar su trabajo con el nuevo sistema. El reto no solo era poner un sistema informático en funcionamiento, sino también cambiar de mentalidad y de forma de trabajar, al pasar los profesionales sanitarios y no sanitarios del SAS, de un sistema de registro manual y en papel, a un sistema digital, con usuarios que en algunos casos desconocían lo más básico.
Para todo empezamos de cero, tuvimos que ayudar a hacer crecer las bases de datos de pacientes, a través de una primera carga de un reducido conjunto de datos procedente de la Seguridad Social, creación de agendas, adaptación de circuitos asistenciales, formación del personal sanitario y administrativo, y soporte en campo. El proyecto culminaría con la posterior implantación del módulo de urgencias, tanto en los centros de primaria como en el Hospital Valle de los Pedroches.
En el año 2004, siete años después de la llegada de este primer sistema informático, el Área Sanitaria Norte de Córdoba se convierte en zona piloto de la nueva Historia de Salud Digital de Andalucía DIRAYA, que sustituye al primitivo TASS y que supone un paso de gigante en cuanto a la centralización de la información clínica en una única base de datos compartida para toda Andalucía, aprovechando el avance tecnológico de las comunicaciones en aquellos años.
El Área Sanitaria Norte de Córdoba se transforma realmente en un laboratorio tecnológico. Para ello contábamos con centros de Atención Primaria, puntos de Urgencias de primaria y el Hospital Valle de los Pedroches como centro de Atención Especializada, Hospitalización y Urgencias Hospitalarias. Todos ellos representaban una Andalucía en pequeñito, que servía de modelo de pruebas para llevar después el sistema al resto de la comunidad autónoma. A todo esto, había que sumar un equipo directivo muy concienciado e implicado en la nueva era digital del SAS, un departamento de informática con muchas ganas de innovar y, por supuesto, un equipo de profesionales sanitarios dispuestos a colaborar en todo aquello que se les requería.
Será en 2005, en plena implantación de DIRAYA, cuando paso a formar parte de la plantilla de informáticos del SAS en el Área Sanitaria Norte de Córdoba y con ello también me sumo a la que entonces era la Dirección Regional de Recursos Informáticos.
En el ASNC fuimos también pioneros en el uso del módulo de pruebas analíticas MPA de DIRAYA, liderado por el Dr. Gascón, jefe de servicio de Análisis Clínicos del Hospital Valle de los Pedroches, permitiendo con ello que, desde cualquier centro de nuestra área sanitaria se comenzaran a pedir pruebas analíticas desde MPA DIRAYA para, posteriormente, asociar la muestra recogida a la petición inicial y finalmente devolver los resultados desde el laboratorio del hospital, en tiempo real, a la Historia de Salud Digital DIRAYA.
Este año 2024, precisamente, desde el Área Norte de Córdoba y más concretamente desde nuestro departamento de Informática, hemos celebrado el XX aniversario de DIRAYA con una jornada muy emotiva. De esta manera se ha querido reconocer la labor de todos aquellos profesionales del SAS y también de los profesionales de las diferentes empresas (Indra, Accenture, Fujitsu) que, a lo largo de estos 20 años, lo han dado todo para que la actual Historia de Salud de Andalucía sea una realidad, siendo referente en su sector a nivel mundial.
Por tanto, se puede decir que, la práctica totalidad de mi trayectoria laboral, durante algo más de 27 años, ha estado vinculada desde mi modesto puesto de trabajo, a colaborar con este apasionante proyecto colectivo del que, hoy en día, nos sentimos muy orgullosos todos los profesionales que de alguna forma participamos en el mismo.
En la actualidad, sigo desarrollando mi labor profesional en la línea de Implantaciones del equipo provincial TIC del SAS, desde el Departamento de Informática del Área Sanitaria Norte de Córdoba. Los sistemas siguen evolucionando y los profesionales TIC con ellos, adaptándonos a nuevos proyectos, aportando nuestro conocimiento y trabajando en equipo, para asumir los retos que se presentan a diario, siempre al servicio de la Sanidad Pública de Andalucía.
Nos gustaría saber en qué crees que eres (o puedes ser) un referente para tus compañeros
En mi ámbito de trabajo, creo que el valor que aporto es precisamente el conocimiento global de la Historia de Salud Digital y del conjunto de nuestros sistemas. No en vano tantos años de trabajo desde un principio en todo este enorme proyecto, me han dado ese conocimiento de las aplicaciones que se han ido desplegando en nuestros centros durante estos últimos 20 años.
Además, las personas que hemos trabajado desde las TIC, a pie de campo con los profesionales, después de casi 30 años, se puede decir que conocemos muy bien la casa, tenemos un amplio dominio de los diferentes circuitos de trabajo que utilizan los profesionales sanitarios en todos los ámbitos asistenciales. Somos grandes conocedores de cómo puede afectar cualquier cambio o incidente a cualquiera de nuestros módulos y al funcionamiento de nuestros centros.
Este conocimiento global de nuestros sistemas y de los diferentes circuitos de trabajo hace que se nos consulte en numerosas ocasiones por los profesionales y por los responsables de centros o servicios, a la hora de organizarse o plantear adaptaciones nuevas, de hacer estudios, de incorporar alguna nueva aplicación, etc…
¿A qué te dedicas cada día? Y, ¿qué le dirías a una niña con inquietudes científicas y tecnológicas?
Desde el departamento de informática controlamos que todas las aplicaciones y sistemas funcionen correctamente. Llevamos una revisión y distribución centralizada de peticiones e incidencias, que nos dan una visión global de todo lo que pasa en el área, ayudándonos a trabajar de manera ordenada y alineada, y que todo sea atendido con la prioridad que le corresponde. También es muy habitual nuestra presencia en comisiones y grupos de trabajo, y despachar con compañeros sanitarios, cargos intermedios o directivos, que nos hacen consultas y nos piden asesoramiento sobre nuevas funcionalidades, nuevos circuitos o cómo optimizar actividades del día a día asistencial a través de nuestros sistemas de información.
Personalmente atiendo peticiones de configuración de aplicaciones, altas de usuarios que no entren por IDENTIC, o incidencias que están en mi ámbito directo de actuación. Cuando llegan nuevas aplicaciones, mi responsabilidad consiste en conocerlas, configurarlas y adaptarlas a la realidad de nuestra Área Sanitaria, realizar la formación inicial a profesionales y técnicos de Soporte al Puesto de Usuario (SPU). Superviso el arranque durante las primeras semanas y después me establezco en un segundo nivel de escalado para cualquier petición o incidencia relacionada con la aplicación que se pone en marcha. Las nuevas versiones también nos requieren tiempo, el área sigue siendo piloto de módulos DIRAYA y teniendo centros que prueban las novedades de atención primaria, urgencias hospitalarias, MPA, citación, estación de cuidados de enfermería…
Con el paso de los años, la mujer ha demostrado que puede desarrollar cualquier tipo de tarea, pero, aun así, sí que le diría a una niña (también a un niño), con inquietudes científicas y tecnológicas, que no tenga miedo a hacer volar su imaginación y a soñar, confiando en sí misma y en su capacidad de trabajo y esfuerzo. Y sobre todo que no pierda nunca esa sana curiosidad por hacerse preguntas y por querer aportar algo de ella misma a la sociedad.
También le diría que la labor de un profesional de las TIC no se limita a trabajar con unos dispositivos y programas en concreto, sino que el ámbito de acción es tan grande, que te permite acercarte a campos que jamás pensabas que tendrías que conocer. Además, no nos aburrimos nunca, pues no solo realizamos un trabajo dinámico y poco rutinario, sino que la tecnología avanza tan rápido que no permite estancarse.
Y, por último, le diría que, en el mundo de las TIC, los dispositivos y aplicaciones son importantes, pero lo son más las relaciones humanas y el trabajo en equipo, ya que abarcamos a tanto que es imposible saber de todo y siempre hay que apoyarse en el conocimiento de los demás.