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2.2.9. Dolor crónico no oncológico

Proceso dolor crónico no oncológico

Definición

Conjunto de actividades destinadas a la identificación, evaluación multidisciplinar, abordaje terapéutico y seguimiento, de los pacientes con dolor crónico no oncológico de origen musculoesquelético.

Límite de entrada

Persona con dolor de cualquier localización, de origen musculoesquelético, con una duración >= 3 meses, una intensidad >= 4 en la EVN (escala visual numérica), y con una de las siguientes características:

  • Dolor continuo.
  • Dolor intermitente >= 5 días a la semana.

Límites marginales

  • Personas afectadas por Fibromialgia.
  • Personas afectadas por dolor crónico, menores de 14 años.
  • Procedimiento quirúrgico vinculado a las técnicas invasivas.

Componentes

Medicina de Familia y Enfermería de Familia

Se realizará una evaluación con el objetivo de establecer el diagnóstico de la enfermedad musculoesquelética, y que incluya:

  • Datos específicos sobre el síndrome doloroso
    • Cronología (mañana-noche, reposo-movimiento, continuo-intermitente) y evolución.
    • Localización e irradiación.
    • Síntomas acompañantes.
    • Factores que lo modifican y la intensidad (movimiento-reposo, calor-frío, medicación).
    • Cualidad del dolor (penetrante, punzante, opresivo).
    • Tipo neurofisiológico: nociceptivo, neuropático o mixto. Ante la sospecha de dolor neuropático, utilizar cuestionario ID-PAIN.
  • Exploración neurológica y del aparato locomotor.
  • Estudios complementarios realizados.
  • Tratamiento previo y actual con relación al dolor, tanto farmacológico como no farmacológico.
  • Hábitos de vida saludables.
  • Expectativas en relación con la mejoría o control del dolor.
  • Capacidad funcional, por la repercusión subjetiva sobre la actividad de la vida diaria, laboral, de ocio y el patrón de sueño e interferencia en estas áreas mediante la realización del BPI-Sp.
  • Cribado inicial de la afectación del estado de ánimo, si es positivo hay que realizar una evaluación complementaria con las escalas GAD-7 para ansiedad y PHQ-9 para detección y valoración de depresión (ver Anexo 5 del PAI Ansiedad, depresión, Somatizaciones).
  • El abuso de fármacos y el riesgo de dependencia.
  • Se valorará mantener o modificar el régimen terapéutico que venía realizando hasta la aplicación del Plan Terapéutico Inicial (PTI).
  • Se gestionará cita para realizar una valoración específica por el profesional de Trabajo Social ante personas que presenten gran aislamiento social, ausencia de apoyo familiar o necesidad de asesoramiento administrativo.

Quedará registrado en la Historia de Salud un PTI que debe contener:

  • Profesionales que intervienen y duración prevista.
  • Objetivos a alcanzar:
    • Reducir la intensidad del dolor (reducción del nivel de la EVN de 2 puntos del valor inicial).
    • Mantener o mejorar los hábitos de vida saludables.
    • Mantener o mejorar la actividad física.
    • Preservar el patrón de sueño.
    • Mejorar el estado de ánimo.
    • Preservar la actividad laboral, social y familiar.
    • Asegurar la participación, el aprendizaje y el automanejo por parte del paciente.
    • Garantizar el uso correcto de los medicamentos y otras medidas terapéuticas.
  • Intervenciones terapéuticas:
    • Hábitos saludables: actividad física, patrón de sueño, alimentación.
    • Farmacológica.
    • Psicoeducativa.
    • Medicina física y rehabilitadora: procedimientos mínimamente invasivos y ayudas técnicas.

Para la aplicación de estas intervenciones terapéuticas consultar el PAI Dolor Crónico no Oncológico.

Seguimiento del PTI

Medicina de Familia, Enfermería de Familia y Fisioterapia

El seguimiento debe ser individualizado. Al menos se recomienda:

  • Al mes de indicar el PTI, se realizarán BPI-Sp y EVN:
    • Si se produce una disminución >= 30% en la EVN y/o una disminución >= 2,5 puntos en el BPI-Sp se mantendrá el PTI instaurado y se volverá a evaluar a los 3 meses de su aplicación.
    • Si esta disminución no se produce, se ajustará el tratamiento farmacológico de acuerdo con la pauta escalonada y se evaluará de nuevo al segundo y tercer mes de la aplicación del PTI.
  • A los 3 meses del inicio del PTI se realizará el BPI-Sp y la EVN:
    • Si se mantiene la reducción o disminución, se mantendrá el PTI y se volverá a evaluar a los 6 meses del inicio.
    • Si no se ha conseguido la reducción pese al ajuste escalonado de la intervención farmacológica, se reevaluará la intervención sobre hábitos saludables y la intervención psicoeducativa y se evaluará a los 6 meses del inicio del PTI.
    • Se volverá a explorar el área psicoemocional realizando nuevamente el cribado de la afectación del estado de ánimo (depresión o ansiedad). Si el cribado es positivo utilizar GAD-7 para ansiedad y PHQ-9 para depresión.
  • Pasados los 6 meses del inicio del PTI:
    • Si la situación es de estabilidad, con poca probabilidad de cambio, se planteará un seguimiento semestral, con el mantenimiento de los hábitos de vida saludable, la intervención farmacológica y las recomendaciones de automanejo derivadas de la intervención psicoeducativa.
    • Si la intensidad del dolor y/o funcionalidad no han alcanzado los objetivos, debe considerarse como un cuadro de dolor crónico de difícil control, tributario de interconsulta a la Unidad de tratamiento del dolor (UTD).

Indicadores

  • Número de pacientes a los que se les ha realizado valoración de la capacidad funcional x 100/Número de pacientes incluidos en el Proceso dolor crónico no oncológico.
  • Número de pacientes a los que se les ha realizado exploración del área psicoemocional x 100 / Número de pacientes incluidos en el Proceso dolor crónico no oncológico.
  • Número de pacientes a los que se les ha realizado una intervención psicoeducativa individual x 100 / Número de pacientes incluidos en el Proceso dolor crónico no oncológico.
Fecha de actualización
02/03/2017